Azerbaiyán; quizás si les digo ese nombre se tengan que poner a buscar en una bola del mundo donde ubicarlo, pero si son un poco futboleros y aficionados a las camisetas, les sonará el Slogan «The land of fire» (la tierra del fuego), que fue usado como vestuario del Atlético de Madrid gracias a los acuerdos económicos con el empresario Hafiz Mammadov, amigo íntimo del régimen.
Hoy voy a hablar de uno de los países más desconocidos, pero primero de todo debemos ubicarlo geográfica e históricamente. Esta República es el país más grande del Cáucaso, limita al Este con el mar del mismo nombre, Norte con Rusia, Noreste con Georgia, Oeste con Armenia y al Sur con Irán.
Contexto histórico de Azerbaiyán
La República de Azerbaiyán perteneció a la Unión Soviética desde el año 1920, aunque previamente, durante una etapa de 3 años, el país fue independiente. Sólo estuvo un año bajo un Gobierno democrático provisional, ya que en 1918 fue derrocado por el ala Bolshevik del partido comunista, que tomó el poder.
La etapa soviética empezó en 1922 cuando Azerbaiyán, Georgia y Armenia formaron la República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia (RFSST), aunque esto cambiaría tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la República jugaría un papel crucial en la política energética estratégica de la Unión Soviética, con el 80 por ciento del petróleo de la URSS en el Frente Oriental siendo suministrado por Bakú. Esto llevó a un alto interés desde el resto de las repúblicas por las cuestiones azeríes, pero especialmente por los 130 azeríes que fueron parte de los denominados como «Héroes de la Unión Soviética»
Azerbaiyán logró su independencia en los inicios de los años 90, eliminando las palabras «socialista Soviética» del nombre del país y restaurando la bandera de la República Democrática de Azerbaiyán. Los primeros años de independencia no fueron fáciles, y estuvieron marcados por el conflicto de Nagorno-Karabaj. Hay que recordar que una gran parte de azeríes no vive en Azerbaiyán, sino en territorio iraní; razón por la cual tampoco hay muy buenas relaciones entre Bakú y Teherán.
El conflicto por Nagorno-Karabaj
Una vez que se disolvió la URSS, Armenia tomó la decisión en 1998 de reconocer como parte de su soberanía al Alto Karabaj; la justificación que se daba desde Erevan es que el gobierno de Bakú iba en contra de la cultura armenia de la región y la libertad religiosa. Sin embargo, el gobierno de Erevan no únicamente ocupó esta región concreta, sino que también una pequeña porción del resto de Azerbaiyán, quizás con el objetivo de llamar la atención de la comunidad internacional. No obstante, la mediación hizo posible una vuelta atrás.
Las potencias internacionales tienen posiciones distintas dependiendo de a quién le preguntes. Sin lugar a dudas la más posicionada es Turquía, que usa este conflicto como una forma masiva de apoyo a Azerbaiyán y su dictador (del que luego hablaré). Todo para seguir provocando la ira de Armenia, ya que Ankara no reconoce como válido el genocidio hacia este país en la época Otomana.
El conflicto de Nagorno-Karabaj sigue estando en una relativa calma, aunque con bastantes incidentes en épocas concretas. Toda la situación se ha relajado tras el regreso al país de Heydar Aliyev, quien ya había sido Secretario General del Partido Comunista Azerí en época Soviética, con bastante éxito en su gestión económica y política, y siendo considerado uno de los precursores del renacer identitario del nacionalismo de Azerbaiyán. Tras exiliarse en Rusia volvió a su país para fundar el partido Nuevo Azerbaiyán.
La familia Aliyev y la Azerbaiyán actual. La tierra del fuego
La parte fundamental en la que se basa este artículo es en analizar a la familia Aliyev, que desde ese regreso del exilio ha gobernado el país de forma ininterrumpida. Empezamos, como no podía ser de otra forma, con el padre, quien gobernó con mano dura el país.
Si hay algo que tenemos que recordar siempre de este Azerbaiyán es que es conocido como «La tierra del fuego», motivo de la inmensa cantidad de petróleo en estas tierras, controlado por las manos de esta familia tras la nacionalización de la empresa por parte de Heydar (SOCAR). Esta política económica dio estabilidad debido al alto precio del crudo, y si en algún momento bajaba la popularidad, pues se recuperaba agitando la ira contra Armenia por Nagorno-Karabaj. Digamos así que este hombre hizo de la República su propia empresa y la de su familia, sin en ningún momento tener intenciones de disimularlo.
Azerbaiyán se convertía en amigo íntimo de Turquía, pero también en un punto estratégico para Occidente por motivos que son muy obvios: petróleo y situación estratégica. En fin, que mientras Heydar padre no diera ningún problema, aquí todos felices y contentos. La cuestión es que poco a poco la familia Aliyev se empezaba a enriquecer, al igual que las áreas del centro de Bakú, mientras que en otras zonas del país la desigualdad iba en aumento, sumado a una falta de libertad de expresión.
Llegó el año 2003 y Heydar Aliyev sufrió un paro cardíaco del que se recuperó, pero que lo dejó fuera de la Presidencia, dándole la oportunidad a su hijo Ilham tras una lucha interna dentro de su partido. El hijo no cambió mucho la política del país y siguió un rumbo continuista.
La saga familiar
La política de Ilham consistió en mantener lo que su padre había hecho beneficiándose de los altos precios del crudo y, sobre todo, de vender la imagen de su país en el extranjero, aunque lo decidió hacer de una forma muy especial: quiso poner el foco una vez más en la capital, Bakú, donde invirtió millones de dólares para convertirla en la que muchos llaman la París de Oriente o la Nueva Dubái. Se decidió la construcción de edificios significativos para modernizar la ciudad como Las flames towers en homenaje a la llama del crudo o el Crystal Hall, un estadio que se construyó en tan sólo 9 meses y donde se albergó Eurovisión 2012, gastando el mayor presupuesto de la historia y con no poca polémica tras la detención de manifestantes que fuera de la bella capital se enfrentaron al Gobierno por la situación de desigualdad y falta de libertades civiles.
Esa inversión es una especie de lavado de imagen que cambia totalmente cuando uno se aleja del centro de Bakú y va a las áreas más rurales, totalmente deprimidas, que siguen la estética del modelo soviético y se parecen en muy poco a la capital. Es más, según muchos periodistas enviados al país, es muy complicado encontrar información turística más allá de la capital. Parece como si fuese la parte que se quiere ocultar, al igual que los muros que tapan la extracción de petróleo a lo largo de las carreteras de otra época; excepto, por supuesto, la autopista que va a Bakú.
Una de las últimas polémicas, y quizás de la que menos nos hayamos enterado, es la influencia del cantante Emin Agalarov, un joven artista nacido en Azerbaiyán, pero criado en Rusia; hijo de uno de los mayores multimillonarios rusos y que estuvo casado hasta hace unos años con Leyla Eliyeva, quien, como imaginan por su apellido, es la hija primogénita del actual presidente de Azerbaiyán. El cantante fue criticado por la propia EBU, (organización de Eurovisión), por aparecer en el intermedio (interval-act) del Festival besando la bandera de Azerbaiyán y vendiendo un patriotismo de la propaganda de su por entonces suegro.
No es el único problema, ya que el divorcio entre Emin y la hija del presidente se habría producido tras que esta descubriese un escalando que le implicaba con Donald Trump, -presidente de EEUU- en la celebración de Miss Mundo, que tuvo lugar por Rusia. El cantante Emin acudió a cantar al evento, aunque posteriormente se le vería protagonizando un videoclip de su single junto al mismo Donald Trump.
Posteriormente, llegaron noticias desde Washington, y es que Emin fue investigado por haber sido uno de los posibles enlaces de comunicación entre el Kremlin y Trump en la compra de información que perjudicaría a Hillary Clinton para la campaña electoral estadounidense. Vamos, todo un drama del que la familia Aliyev quiso huir antes de que se manchara más su imagen. Más sabiendo que el propio Trump felicitó el cumpleaños a Emin, y la primogénita es reconocida por Rusia como una ‘mujer ejemplar’ debido a su labor diplomática con Moscú.
Ver: Emin Agalarov: cantante ruso con vínculos con Trump cancela gira por Estados Unidos
Conclusión
Todas estas historias han llevado a numerosas asociaciones pro Derechos Humanos a pedir condenas al régimen azerí, aunque actualmente parece que eso no va a pasar. Azerbaiyán es una importante fuente de paso del petróleo que posteriormente va a Georgia, y puede ser un aliado para la UE. Mientras tanto, la población del país se encuentra dividida y apagada en un silencio, y ante una superficialidad en su capital que no representa al conjunto de gentes, que no pueden expresar su identidad, pues ésta se basa en los gustos de la propia familia Aliyev y sus aliados.
Quiero concluir con una frase que dijo un amigo azerí que conocí en un viaje por Europa: Azerbaiyán es ese país que el día que dejemos de verlo desde el latido del petróleo para observarlo desde el de los corazones de su gente, encenderá la verdadera llama… Mientras tanto, veremos lo que nos quieran enseñar de una de las repúblicas más desconocidas y menos visitadas de Europa. Nos falta mucho por conocer.

Internacionalista por la UCLM, portavoz de Equipo Europa en CLM, enamorado de las Artes en general, pero particularmente del mundo escénico. Me gusta hablar de equilibrio entre identidad y globalización, un buen viaje, disfrutar de una buena conversación y entender la actualidad global.