«Eso es lo del CSI, ¿no?«
A todo el mundo cuando le hablan de Criminología se le viene a la mente el CSI. ¿A qué estudiante de este grado no se lo han comentado? Pues, ¡no! No es lo mismo. Veamos por qué:
La Criminología nació como disciplina científica durante la segunda mitad del Siglo XIX. Lo que no quiere decir que antes no preocupase la infracción y el delito, sino que se interpretaba de forma pre científica, atribuyéndose a influencias de fuerzas mágicas, espirituales o cósmicas.
Podemos definir Criminología, según Santiago Redondo y Vicente Garrido en su manual Principios de la Criminología, como la “ciencia que estudia los comportamientos delictivos y las reacciones sociales frente a ellos”. Es decir, el análisis criminológico se ocupa de un conjunto muy amplio de comportamientos humanos y de reacciones sociales de rechazo de variada naturaleza.
Dentro de la criminología encontramos las siguientes cuatro áreas del estudio criminológico:
- Delitos: el Derecho define los delitos como los comportamientos que están tipificados en el Código Penal, concretamente en su artículo 10: “son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley”. En su artículo 13 hace referencia la dureza de las sanciones, estableciéndose las penas graves para los delitos graves y penas menos graves para los delitos menos graves.
- Delincuentes: esta es el área que ha provocado más investigaciones dentro del estudio criminológico. En el origen de la Criminología como ciencia, se encontraban algunas preguntas, como ¿Por qué algunas personas cometen delitos, o qué las llevan a delinquir?
- Víctimas: en los tiempos actuales, muchos estudios criminológicos se basan en los efectos que produce el delito en las víctimas, y en la raíz de las características y factores de éstas que pueden ayudar a la prevención de futuros delitos. Esto ha dado lugar a una nueva disciplina: la victimología. Dentro de esta encontramos tres tipos de victimización: primaria, centrada en la víctima; secundaria, centrada en el choque de la víctima con el sistema judicial; y terciaria, que hace referencia al conjunto del coste de la penalización sobre quien soporta personalmente o sobre terceros.
- Sistemas de control. Se diferencian dos tipos:
- Control social formal: es el que ejercen aquellas instituciones y personas que tienen encomendada la vigilancia, la seguridad o el control como actividades profesionales.
- Control social informal: es el que realiza cualquier organización o persona, que también actúa contra la delincuencia, pero sin que el control del delito sea su actividad profesional específica.
En cuánto a las competencias profesionales de los criminólogos, encontramos una gran variedad, como por ejemplo: policía, trabajo en instituciones y programas juveniles, en prisiones y otras instituciones de ejecución de penas y medidas de privación de libertad en adultos, servicios de atención, ayuda y tratamiento de víctimas de los delitos o la investigación en diferentes campos.
Por tanto, cómo hemos visto, la Criminología estudia el crimen desde una perspectiva sociológica, psicológica y biológica, mientras que la Criminalística se basa en la química y la física del hecho en sí. La Criminología estudia el porqué del crimen basándose en aspectos humanos y sociales, mientras que la Criminalística se centra en quién y en cómo se realizó el hecho delictivo utilizando métodos científicos como la balística o la dactiloscopia.
Es decir, la Criminalística es una de las varias ramas que encontramos en la Criminología. Otras de ellas son la Penología, la Sociología del Derecho, la Victimología, la Antropología, y la Psicología y Ciencia forense.
¡Espero haberte ayudado a resolver tus dudas!
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Criminólogo con mención en criminalidad y seguridad internacional y jurista con especial interés en el mundo del compliance, la abogacía y la mediación. Soy músico, debatiente, corredor, melómano, cinéfilo y lector en mis tiempos libres. Nos vemos por Córdoba.