¿Qué está pasando con el fútbol?

Peinados extravagantes, petrodólares, política, nacionalismos y los intereses económicos del fútbol moderno

Introducción

El fútbol es un deporte esencial en muchas zonas del mundo, pero es en América y en el viejo continente donde mayor poder blando tiene. No solo porque se encuentran los jugadores más exitosos y los clubes más galardonados, sino porque se usa como instrumento geopolítico. Es decir, para incrementar el poder de atracción que tienen estos Estados. Por eso, los futbolistas cambian tanto de equipo.

Pero miremos atrás en la historia, concretamente a mediados del siglo XIX, (a pesar de que hubiera precedentes desde el siglo II a.C.) cuando tras varios años de diferentes reglamentaciones, en 1863 nació la Asociación de Fútbol en Londres, que creó el primer conjunto de reglas completas. Más adelante, en 1886, estas reglas “fueron actualizadas” por la Asociación de Fútbol Internacional Board. Aunque no fue hasta principios del Siglo XX, en 1904, cuando en París nació la FIFA, federación que ha logrado la expansión del fútbol a lo largo y ancho del globo terráqueo. Desde entonces el fútbol ha movido masas y parado y causado guerras.

Ver: Historia del fútbol

A continuación, analizaremos diferentes factores que influyen en el fútbol, como la economía, la política o los actuales petrodólares. Con esto comprenderemos que el fútbol hoy en día, es más que un deporte. 

Influencias económicas en el fútbol

Las influencias económicas han modificado completamente el fútbol; en un muy corto período de tiempo, han provocado que se multiplique por cientos de millones el precio de los jugadores. Y un ejemplo claro es el fichaje de Neymar en 2017 por el Paris Saint Germain FC. Este jugador fue traspasado desde el Fútbol Club Barcelona por la friolera cantidad de 222 millones de euros. Con este precio, superaba en más de 100 millones al segundo fichaje más caro de la historia hasta 2017 (Paul Pogba, traspasado de la Juventus de Turín al Manchester United). Pero no son los únicos casos, aunque no en estos números, también el conjunto de la ciudad del amor pagó al AS Mónaco 180 millones de euros por Kyllian Mbappé; el SL Benfica “vendió” a Joao Félix por 126 millones de Euros al Atlético de Madrid, quien también traspasó al francés Antoine Griezmann al FC Barcelona por 120 millones de euros; o James Rodríguez, tras el mundial de Brasil de 2014, fue fichado por el Real Madrid, que abrió una tienda oficial en Colombia, dónde se acabaron las camisetas del astro colombiano en pocas horas. Según diferentes cadenas este vendió en todo el mundo más de 400.000 camisetas en la pretemporada de dicho año. 

Pero el futbol nacional no solo traspasa fronteras a nivel de fichajes, sino también en la realización de los campeonatos. El primer país en celebrar torneos nacionales fuera de su “casa”  fue Italia, que celebró en 1993 su Supercopa en Estados Unidos (ganó el Milán 1-0 al Torino). La volvió a disputar allí en 2003, y en China en los años 2009, 2011, 2012 y 2015; en 2014 y 2016 en Qatar; y en 2018 y 2019 en Arabia Saudí. También han organizado estos eventos en el extranjero Francia o España. La primera lo hizo en Canadá en 2009 y 2015, Túnez en 2010, Marruecos en 2011 y 2017, Estados Unidos en 2012, Gabón en 2013, China en 2014, 2018 y 2019 y Austria en 2016. Y España, la jugó en 2019 en Marruecos. Las siguientes ediciones hasta 2022, se celebrarán en Arabia Saudí, modificándose incluso el formato.

Como vemos, la importancia económica del fútbol es a nivel internacional. Si hablamos en términos macroeconómicos, la industria futbolera estaría concretamente dentro de las 15 economías del mundo. Entre los traspasos de jugadores como los antes citados, la publicidad que se mueve dentro del “deporte rey” y los fieles seguidores que cada fin de semana se ponen la camiseta de su equipo y van a su templo sagrado, se mueven unos 500.000 millones de dólares anuales.

Influencias políticas

1 de octubre de 2017, Cataluña convoca un referéndum de “autodeterminación” para la independencia del “pueblo catalán”, mientras que en el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona, se celebra un partido a puerta cerrada del campeonato liguero contra la UD Las Palmas. Desde entonces, en el inicio de los partidos de la UEFA Champions League y de la Liga (por ejemplo, el famoso clásico FC Barcelona vs Real Madrid), algunos aficionados del “Barsa” muestran una pancarta proclamando la independencia, incluso en el minuto 17, los hinchas animan a cantar pidiendo la independencia. A esta iniciativa se le sumaron otros equipos de la Comunidad Autónoma de Cataluña, como el Girona, el Gimnastic de Tarragona, o el ya desaparecido Reus. 

Otro ejemplo se dio en 1976, cuando en mayo, el por aquel entonces Ministro de Interior y Vicepresidente del Gobierno, Manuel Fraga, dijo lo siguiente: “Hemos autorizado todas las banderas regionales menos la vasca porque no es una bandera regional, es una bandera separatista. Antes de permitir exhibir esa bandera, pasarán por mi cadáver”. En diciembre se jugaba el derbi vasco entre el Athletic Club de Bilbao y la Real Sociedad, en campo del segundo. Los 22 jugadores se encaminaron a salir del túnel de vestuarios con los dos capitanes sosteniendo una Ikurriña, que hizo que en Atotxa (campo de la Real Sociedad) desafiasen a los últimos coletazos del régimen franquista. Esto se tomó como una reivindicación en búsqueda de un sentimiento de liberación con el que este pueblo se identificaba.

El fútbol, además de aclamar independencia de territorios, ha creado conflictos, incluso a nivel internacional. Era abril de 1982, la Guerra de las Malvinas había explotado y dejado en dos meses cientos de muertos. Reino Unido salió victorioso y las Naciones Unidas condenaron el ataque argentino. Aún así la tensión entre ingleses y argentinos se mantenía, hasta que el destino hizo que en los cuartos de final de la Copa del Mundo de México 86, los caminos de Argentina e Inglaterra se cruzasen. Este partido es historia para el fútbol; en menos de 5 minutos se dieron dos de los goles más sonados en la historia del fútbol: el de Maradona que arrancó en el centro del campo: el gol del siglo, y la famosa mano de Dios. Esta fue la pequeña “venganza” de Argentina a Inglaterra por la Guerra de las Malvinas en un torneo en el que los sudamericanos acabaron levantando la Copa del Mundo.

En 2005, Costa de Marfil estaba en guerra, y el jugador Drogba la llevó junto a sus compañeros por primera vez a un mundia. En la celebración, el futbolista se dirigió a las cámaras de televisión y pidió el fin del conflicto con las siguientes palabras: “Ciudadanos de Costa de Marfil, del Norte, Sur, Este y Oeste, les pedimos de rodillas que se perdonen los unos a los otros. ¡Perdonen! ¡Perdonen!, un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos, dejen sus armas y organicen unas elecciones libres”.

En el caso del mundial de Qatar, en 2013, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, reconoció que esta sede había estado influenciada tanto por intereses políticos como económicos, sobre todo por gobiernos de Europa. Este mundial, rompiendo la tradición de realizarse en periodo estival, se celebrará entre noviembre y diciembre de 2022, conjuntamente con las diferentes ligas o la UEFA Champions League, obligando a estas a modificar sus calendarios.

Los intereses económicos y financieros han estado desde tiempos atrás como hemos podido comprobar, pero desde hace menos de dos décadas ha surgido una nueva figura en los dueños equipos de fútbol, equipos comprados por los llamados petrodólares.

Petrodólares

Corría el año 2008 y por primera vez, los petrodólares entraban en el fútbol de élite de la mano de la compañía Abu Dhabi United Group, que se hizo con el 90% del Manchester City, para en 2009 hacerse con la totalidad del club inglés. El principal mandatario era el jeque y político Sheikh Mansour bin Zayed Al Nahyan, hijo de miembros de la familia real de Abu Dhabi. Desde entonces, con la llegada de grandes futbolistas como el apache Tévez o Silva, han hecho que el Manchester City se sitúe en la élite europea, y siendo uno de los equipos más temidos. Además de este club, el propietario ha adquirido también otros como el Melbourne City FC, el New York City FC, el Yokohama F. Marinos y el Atlético Torque. Por su parte, en 2011, el heredero al trono de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, a través de Qatar Investment Authority adquirió el 70% del Paris Saint Germain, y en 2012 se hizo con la totalidad del club francés. Aunque Nasser Al-Khelaifi es la cara visible. Otros equipos, que quizás gocen de menos éxitos pero de los mismos procedimientos son el Almería CF, el Málaga CF o el Córdoba CF.   

Como hemos podido comprobar el fútbol ha evolucionado, sobre todo desde su entrada en el Siglo XXI. Atrás quedaron los futbolistas “One club man”, fieles a un escudo como el italiano Totti y su amor a la Roma.

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