Hablar de Cuba y comercio exterior es una tarea compleja. Todos sabemos de la delicada situación comercial en Cuba desde la caída de la URSS: bloqueo comercial norteamericano. En este breve artículo voy a intentar plasmar la actualidad de las dos últimas décadas en Cuba desde el punto de vista del comercio internacional, para acabar citando las pautas generales para introducirse dentro del mercado cubano desde el extranjero. Veamos cómo exportar a Cuba.
Contexto económico en Cuba
Cuba tiene una dependencia muy importante respecto del exterior en términos comerciales e incluso de supervivencia económica. Su situación de insularidad, así como su condición de Estado socialista se han comportado como dos aspectos que la han perjudicado de cara al exterior. Cuando en Cuba triunfó la Revolución en 1959, la isla se ubicó en el polo del mundo soviético respecto al mundo occidental. Esto tuvo las negativas consecuencias que son conocidas por todos, pero también otras tantas positivas que quizás no son tan conocidas desde la perspectiva occidental. La URSS hizo de socio comercial preferencial de la isla durante años, contribuyendo enormemente a la balanza comercial cubana. Pero, tras la caída de la URSS, Cuba tuvo que hacer frente, quizás, a sus años más complicados, buscando nuevos socios comerciales y redefiniendo en parte sus Relaciones Internacionales.
En los últimos 20 años Cuba ha ido aumentando su dependencia respecto del comercio exterior. Esto se comprueba fijándonos en el PIB. En 2014 la suma de la actividad de las importaciones y exportaciones suponía un 39% del PIB cubano (De Paz Vega, Denae y Fernández Leyda. 2017). Entre 2015 y 2018 la tendencia siguió siendo similar, con un 46,2% del PIB en 2015, 38,7% en 2016 y en 2017 37,9% (ICEX. 2019). La tendencia es que la actividad comercial exterior cubana supone entre un 30% y un 45% del PIB en los últimos años. Además, se prevé que si EEUU levanta definitivamente en esta década un bloqueo cada vez menos justificable, habrá un aperturismo económico y comercial cubano mucho más acentuado.
Ley de inversión extranjera en Cuba
En la práctica, hay una intención real de aperturismo económico y comercial por parte de las autoridades cubanas. En 2014 fue aprobada la “ley de la inversión extranjera”, una ley de garantías para los importadores. Con esto se pretendió asegurarse una inversión extranjera anual, siendo esto clave en la estrategia de desarrollo cubano planteado por el gobierno hace siete años (Moreno Cruz, Marta. 2017).
Si uno se para a observar la importancia de las importaciones e inversión extranjera es la isla, se puede comprobar que la mitad de los contratos fueron formalizados en la modalidad AEI (Asociación Económica Internacional), seguido de la modalidad de empresas mixtas . La minería, el turismo, los productos industriales y la energía es lo más destacable en cuanto a importaciones. Destaca la inversión extranjera en la industria hotelera, así como la casi total dependencia para la obtención de determinados bienes respecto al exterior (Castro Cossío, Elvira y Sáenz Coopat, Tirso. 2021).
Desde las exportaciones, estas se encuentran muy concentradas entorno a determinados países. Destaca Venezuela, que es lugar de destino del 40% de las exportaciones cubanas. Por detrás se encuentran socios comerciales tradicionales como España o Canadá, así como otros que han ido aumentando su presencia como es el caso de China, Países Bajos o Brasil (Hernández Garmilla, Iris. 2015). Los productos más exportados desde Cuba son los combustibles, medicamentos, azúcar, tabaco, ron y servicios sanitarios (De Paz Vega, Denae y Fernández Leyda. 2017).
Es necesario mencionar que Cuba se enfrenta a dos dificultades concretas: la incapacidad de la economía cubana para generar divisas que respondan a los numerosos pagos al exterior que deben realizar y la falta de una inversión extranjera regular (Serbin, Andrés. 2019). Esto último ya fue en parte atajado con la “ley de la inversión extranjera” de 2014, pero la situación de las divisas no, cosa que repercute negativamente en la salud económica cubana, ya que son muchos los contratos firmados y escasos los que llegan a implementarse.
También, Cuba, a pesar de no estar expuesta al comercio internacional con la misma intensidad que la mayoría de los países, sufre las tendencias de este. Cuba va a la par que los países subdesarrollados en cuanto a que cada año se van reduciendo las exportaciones de materias primas, algo que afecta a la balanza comercial cubana. Además, la gran competencia mundial de muchas materias primas hace que los productos cubanos aparezcan con mucha dificultad en el mercado mundial debido a no poder competir con los productos de otros países más desarrollados. Este problema es estructural del Comercio Internacional y por ello afecta a Cuba (Hernández Garmilla, Iris. 2015).
Cómo exportar a Cuba
Una vez tratado todo esto es ya tiempo de exponer la cuestión de cómo invertir o importar desde el extranjero en Cuba. Obviamente, Cuba carece de acuerdos de libre comercio en vigor. La forma más sencilla de introducir un producto desde el extranjero en Cuba es mediante la formación de una empresa mixta. La venta al por menor es controlada por las empresas cubanas, que además son las que aglutinan la inmensa mayoría de las licencias de importación y exportación. Las licencias otorgadas por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera son totalmente necesarias para realizar cualquier actividad comercial con el exterior, y estas sólo son concedidas a empresas cubanas o mixtas. Una vez conseguida la licencia de importación, los productos deben ser homologados por la Oficina Nacional de Normalización, que será quien expida el documento acreditativo para importar el producto.
Como he ido mencionando anteriormente, la convertibilidad de pagos es un problema grave en Cuba, por lo que lógicamente afecta también a la inversión extranjera. Es muy recomendable para el importador que se asegure antes de realizar cualquier operación comercial el poder disponer de las divisas necesarias, evitando, así, cuestiones de impagos que muchas veces son frecuentes.
Zona Especial de Desarrollo (ZED) de Mariel
Parece muy complicado afrontar una inversión comercial desde el extranjero en Cuba; pero no es del todo así. Desde 2013 existe una pequeña ventana de oportunidades: la Zona Especial de Desarrollo de Mariel o ZED Mariel. Esta zona especial permite que tanto empresas cubanas como extranjeras puedan implantarse allí para realizar exclusivamente actividades productivas. Salvo casos muy excepcionales, solo se aceptan motivos productivos, sin permiso para almacenar grandes mercancías. Además en esta ZED Mariel, los productos mayoritariamente suelen estar exentos de muchos de los impuestos (ICEX. 2021).
Pasos para formar parte de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel
Capital 100% extranjero o cubano
- Remisión de la ficha de negocio para que el organismo correspondiente estudie la propuesta.
- Posteriormente y una vez aprobada la propuesta, se debe presentar la memoria descriptiva y planos de la “factoría” o parcela dónde se va a instalar la empresa extranjera.
- Presentación del Anexo 1 de la Resolución 397/CITMA y del estudio de factibilidad técnico-económica, más conocido como EFTE.
- Presentación de la documentación legal pertinente (este paso no es necesario para sucursales de empresas de capital total extranjero).
- Presentación del expediente definitivo y completo: carta de solicitud, carta de patrocinio, escritura de constitución, certificado en registro mercantil, avales bancarios, propuestas de Estatutos/convenios, EFTE y si se requiere el aval de activos (Castro Cossío, Elvira y Sáenz Coopat, Tirso. 2021).
Empresa mixta o AEI
En el caso de optar por la vía de una empresa mixta, se realizarán los siguientes pasos:
- Diseño de las oportunidades de inversión. Se elabora un estudio de oportunidad que deberá ser aprobado. Una vez conseguido, se inicia el proceso de negociación con el futuro socio.
- Negociación y preparación del expediente del negocio para posteriormente ser aprobado. Deberá contener el estudio de prefactibilidad, estudio técnico del proyecto, documentos legales, y certificados de valuación de activos. Presentando esto el ente facultado para ello será el que apruebe la suscripción del Contrato de Asociación.
- Aprobación de la continuidad del negocio. Ambos socios deben presentar el EFTE y la ingeniería básica del proyecto. Con este último paso se obtiene definitivamente la acreditación del negocio (Castro Cossío, Elvira y Sáenz Coopat, Tirso. 2021).
Conclusiones sobre cómo exportar a Cuba
En definitiva, existen dos vías principales para exportar productos a Cuba. Por un lado, la creación de una empresa mixta (extranjero/cubana) o el establecimiento en ZED Mariel bajo unas condiciones limitadas. Es entendible que el ejecutivo cubano limite la inversión extranjera, debido al tradicional intervencionismo extranjero en la isla hasta la Revolución de 1959. También, la propia esencia del estado cubano le hace por naturaleza ser proteccionista ante cualquier intromisión extranjera sea cual sea su carácter. Aún así, las facilidades a la inversión extranjera están aumentando, ya que en los últimos años se ha legislado en favor de promover este campo. Las autoridades cubanas han asumido que en un futuro tendrá un puesto clave en la economía cubana.
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Internacionalista formado en la Universidad Complutense de Madrid con amplio interés en los asuntos climáticos internacionales, las micronaciones y la región latinoamericana. Magister en Comercio Internacional.
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