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Los tratados internacionales son pactos que nacen entre dos o más Estados con la intención de obtener un bien común; sin embargo, no siempre los países que se involucran en estos acuerdos logran obtener las ventajas planteadas. A lo largo de la historia diferentes países han creado y reformado diversos convenios, incluyendo a México. Actualmente los Estados Unidos Mexicanos forman parte de una red de trece tratados de libre comercio con cincuenta países, entre los que se encuentran Argentina, Bolivia, Brasil, España, Francia, Japón y Perú, entre muchos otros.

México firmó el T-MEC  (Tratado México, Estados Unidos y Canadá) hace dos años, para ser exactos, en noviembre del 2018. Un “nuevo” pacto comercial que ha entrado en vigor el primero de julio del 2020. A continuación, veremos cómo ha evolucionado y qué impacto puede generar en México. Pero antes, deviene imperioso tomar en cuenta que el T-MEC es un sustituto de un acuerdo de libre comercio previo entre México, Estados Unidos y Canadá, pero, ¿de cuál hablamos?

TLCAN

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, mejor conocido como el TLCAN; un acuerdo suscrito entre México, Estados Unidos y Canadá con el fin de romper las barreras del comercio entre sí y facilitar la circulación fronteriza de bienes y servicios, además de promover la cooperación trilateral.

En 1989 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos de América y Canadá, un año más tarde Estados Unidos negoció con México para formar un pacto comercial, y meses después el país francófono mostró interés en estos acuerdos. Entre 1991 y 1992, Carlos Salinas de Gortari (siendo en ese entonces presidente de México hasta el año 1994), George Walker Bush (que ejerció su papel como presidente de Estados Unidos de América del 2001 al 2011) y Brian Mulroney (siendo el ex primer ministro de Canadá y finalizando su carrera ministerial en 1993) llegaron a un acuerdo por medio de la negociación con el fin de establecer una zona de libre comercio, además de eliminar barreras arancelarias, entre otros propósitos. De esta forma nace el TLCAN.

Ya sabemos que el T-MEC es un tratado que tomó como base al TLCAN, que a su vez, nació de uno iniciado entre Estados Unidos y Canadá, pero, ¿a qué se deben estas reformas? Es verdad que el TLCAN trajo consigo bastantes beneficios, sin embargo, no todas las propuestas conllevaron consecuencias positivas. El Economic Policity Institute realizó estudios en los que se mostraron más de setecientas mil pérdidas de empleo durante el tiempo de vida del TLCAN, tanto en México como en Estados Unidos.

Durante las elecciones estadounidenses del 2016, el en ese entonces candidato a la presidencia Donad Trump comentó que en caso de no modernizar el TLCAN, EEUU dejaría de formar parte del tratado. Una decisión valida, puesto que el artículo 2205 del mismo estipula que se debe notificar la denuncia con seis meses de anticipación para dejar de formar parte; sin embargo, hubiera sido arriesgada, ya que los de Norte América son los mayores socios comerciales del mundo y al dividirse dejarían de serlo, arriesgándose EEUU a caer en una desventaja comercial con la competencia.

“El TLCAN ha sido el peor acuerdo de la historia”, mencionó Donald Trump en base a los numerosos desempleos registrados, que, a su vez, provocaron que la economía entrara en decadencia. Sin embargo, Trump también aprovechó la oportunidad para afirmar que el nuevo tratado comercial, el nombrado T-MEC, es el más importante.

Estados Unidos tiene sus razones para no querer formar parte del tratado o buscar alguna reforma, pero México, ¿tenía algún inconveniente con el TLCAN?

La respuesta puede ser debatible, el TLCAN abrió la puerta para que las empresas tuvieran la oportunidad de crecer, algunas como “Maseca”, “Lala”, “Telmex” o “Bimbo” generaron ganancias que han ido aumentando desde el 2001. Sin embargo, ese es el principal problema, que los beneficiarios son solo macroempresas. El sector agropecuario sufrió consecuencias devastadoras. Se provocó el abandono de los productores mexicanos de maíz, que descubrieron que la misma empresa, pero con sede en EEUU, otorgaba mejores beneficios, mejor maquinaria, sueldo más competitivo y asistencia técnica, además de subsidios. Esto ocurrió debido al aumento de cuotas en las importaciones del maíz y la eliminación de aranceles del mismo, que a su vez generó la migración de muchos mexicanos.

Durante la era del TLCAN, exactamente desde 1994 hasta el 2004, México apoyó de más a EEUU de manera comercial, tanto que descuidó otros tratados con otros países, incluso a su socio francófono (Canadá), que formaba parte del tratado trilateral. El 84% de las exportaciones eran dirigidas a Estados Unidos. Sin embargo, también generó beneficios a México, como un aumento significativo en el comercio internacional. Desde el 2013 se posiciona entre el noveno y décimo importador del mundo, con el 2.07% de las importaciones a nivel global, y sus exportaciones han crecido en un 117%.

Aun así, si lo vemos de una manera comparativa entre los beneficios y los obstáculos, claramente México se encuentra en desventaja, sin mencionar que es el país menos preparado económicamente respecto a Estados Unidos y Canadá. Por estas razones se puede considerar oportuno una reforma del TLCAN, y es aquí donde se comparan las diferencias entre el antiguo y el actual Tratado Comercial de América del Norte.

Diferencias del TLCAN con el T-MEC

La renovación del acuerdo trae consigo gran parte del tratado anterior, sin embargo, se agregaron nuevas cláusulas que buscan corregir los errores del TLCAN, como su vigencia. En el artículo 34.7 se estipula que el T-MEC tiene 16 años de vida desde que entró en vigor, a diferencia del TLCAN, en el que en el artículo 2204 no se menciona la vigencia del tratado para ninguna de las partes.

Otra reforma aplicada en el T-MEC es la creación del capítulo 23, por el que se obliga a cada una de las partes a garantizar la protección de los trabajadores, además de hacer valer sus derechos; un capítulo de inmensa importancia con el que se busca eliminar el trabajo forzado, la discriminación (con los migrantes, por ejemplo, que también son protegidos por estas normas como lo estipula el artículo 23.8 del mismo tratado) en ambiente laboral y el trabajo infantil; así como salvaguardar las condiciones aceptables con el salario mínimo, las horas trabajadas, la salud y la seguridad, y el derecho a la negociación colectiva.

El medio ambiente también se ve beneficiado, pues es protagonista del capítulo 24, que se puede comparar con la sección del párrafo anterior, ya que otorga beneficios similares como la protección, además de añadir el control de químicos y medidas de seguridad para el control de fugas, emisiones contaminantes y descargas.

Por último, comentar que la tecnología ejerce un impacto enorme en este tipo de tratados. Como bien se sabe, cuando entró en vigor el TLCAN la tecnología no estaba tan avanzada como ahora, por este motivo, no existía necesidad de agregar apartados para proteger compras por medio de Internet. Sin embargo, ahora, millones de personas y empresas usan este medio para realizar ventas o compras, por esta razón, se agregó un nuevo apartado titulado comercio digital, por el que se prohíben las tarifas aduaneras para los productos digitales como softwares, libros, videojuegos, películas o música.

¿Qué se puede esperar del T-MEC?

Considerando la situación que surgió por el Covid-19, el comercio será una palanca para restablecer la economía, además de dar nacimiento a nuevas coyunturas para que las microempresas se vean beneficiadas, se ofrezcan mejores oportunidades para los trabajadores y se genere un ambiente más limpio y seguro.

Sin embargo, resulta un reto realizar cambios tan drásticos para diferentes empresas mexicanas que están acostumbradas a trabajar de cierta manera. El tiempo es fundamental, no se pueden esperar cambios a corto plazo por el momento debido al virus, sin embargo el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) publica mensualmente los cambios económicos en México, y el PIB respecto al trimestre anterior represento es del -17.3%. Aún debemos esperar para obtener los resultados de los siguientes meses para realizar comparativas y definir si el T-MEC ha generado algún beneficio tanto en la economía como en el ambiente laboral y ambiental.

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6 comentarios en «Historia e impacto del T-MEC en México»

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