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China y África en el marco del Made in China 2025

Comenzaré estableciendo unos preliminares, obtenidos de las conclusiones, para entender el por qué de esta investigación sobre China y África en el marco del Made in China 2025.

  1. Nuestro primer preliminar será que la República Popular China busca un papel de liderazgo en el sistema internacional, y que para conseguirlo, pretende hacer uso de herramientas geopolíticas con capacidad de modificar, o por lo menos, incidir, en el orden económico internacional actual
  2. Una de estas estrategias, y este es nuestro segundo preliminar, es el Made in China 2025, con el que se pretende propiciar avances tecnológicos tan significativos en China, que este país acabe convirtiéndose en una superpotencia tecnológica para mitad de siglo. 
  3. Ello se debe, y este es nuestro tercer preliminar, a que la digitalización tiene la capacidad de influir directamente en el sistema internacional. Por eso, China busca ser el actor que marque las pautas de la Cuarta Revolución Industrial y, con ello, restablecer el orden económico internacional. 
  4. Sin embargo, China no tiene capacidad por sí misma de conseguir todos los recursos que necesita el Made in China 2025 para cumplir sus objetivos. Así que necesita de otros países, en este caso, los africanos, para conseguirlo. 
  5. Este continente, además, y este es nuestro último preliminar, es clave para otros actores como la Unión Europea, que se ha visto impulsada a modificar su política exterior hacia África para hacerle frente a la amenaza china

Por tanto, para llegar a estas afirmaciones, ha sido necesario analizar el Made in China 2025 tanto en el marco de las relaciones China – África, como en la propia acción exterior del gigante asiático para determinar realmente qué es esta herramienta, qué pretende China con ella, y qué capacidad tiene para con el sistema internacional. De esta forma, los principales objetivos de esta investigación han girado en torno al estudio de esta herramienta geopolítica para determinar las prácticas chinas que podrían acabar reconfigurando el sistema internacional al incidir directamente en otros actores, y al posicionarse en un continente estratégico como es África. Por eso, se ha pretendido responder a 1) si China pretende reconfigurar el sistema internacional y es el Made in China 2025 una herramienta para ello; a 2) si la presencia de China en África es una estrategia para que el gigante asiático obtenga mayor estatus en el sistema internacional; y a si el Made in China 2025 configura una estrategia en sí para incidir en la acción exterior de la Unión Europea. 

Para responder a estas preguntas de investigación, se ha partido de las siguientes hipótesis. En primer lugar, diremos que el MIC25 se muestra como una de las herramientas fundamentales para configurar un nuevo orden internacional al confluir en ella elementos de poder económico-financieros, pero también diplomáticos. Nuestra segunda hipótesis afirmaría que el continente africano, por su proyección a medio plazo, su estratégica situación y por ser fuente de recursos, es vital para China; y que por eso este gigante asiático busca incrementar su presencia en el continente, aprovechando también para legitimarse fuera de sus fronteras. Y la tercera hipótesis, que partiría de la interdependencia de la sociedad internacional actual, en la que la política exterior de un estado puede incidir directamente en la hoja de ruta en materia de acción exterior, en este caso, de otras potencias como la Unión Europea. China pretendería que la UE se acabase posicionando a favor, o como su detractor; pero posicionándose; al actuar en un escenario que le influye directamente

Para saber o conocer si efectivamente estas hipótesis eran ciertas, y contestar adecuadamente a las preguntas de investigación que nos habíamos marcado, nos hemos acercado a la propia visión china del sistema internacional, al sistema Tianxía. Este sistema delimita la sinovisión del sistema internacional actual, pero sobre todo, explica el por qué China actúa de la manera que lo hace, intentando incidir en las instituciones liberales occidentales con la creación de otras como las correspondientes a la Nueva Ruta de la Seda, que las complementaría; sin buscar romper con el sistema internacional actual. O por qué China busca expandirse a lo largo y ancho del mundo con estrategias como el MIC25

Para entender el Tianxía debemos conocer también que la política exterior china se sustenta sobre 4 pilares: 1) integridad territorial; 2) reconocimiento por parte de la comunicad internacional de una sola China (por la cuestión de la República de China o Taiwán); 3) desarrollo económico del país; y 4) prestigio en la escena internacional. Estos pilares, a su vez, son la base del Sueño Chino de Xi Jinping, con el que pretende acabar con la pobreza absoluta este año 2021, y finalmente convertirse en una gran potencia para 2049. Todo ello pretende lograrlo huyendo de, como expondrían Huntington o más recientemente Graham Allison, de una confrontación abierta con el líder del sistema internacional, EEUU. China, pretende ganar presencia en este a la vez que soluciona sus problemas internos. Es decir, para China, y según el sistema Tianxía, el poder nacional tiene carácter multiplicativo, e interior y exterior están ampliamente relacionados. 

En este caso, China busca herramientas para incidir directamente en lo que ocurre en la sociedad internacional; en la que ahora, se está generando la 4ª Revolución Industrial, en la que pretende ser clave para, con ello, ser crucial en el liderazgo global. Y de aquí surge la afirmación de la importancia del continente africano para China pues, si este país busca reducir totalmente su dependencia tecnológica del exterior, necesitará recursos para desarrollar innovaciones de primer nivel tecnológico, que ayudarían a China, además, a controlar el flujo de información y de redes tecnológicas disruptivas clave en la lucha que se está dando en un contexto de geopolitización de la tecnología. Ello le permitiría a China mantener sus intereses intactos, asumiendo un papel de pivote entre los actores existentes, mientras que legitima y consolida su política exterior como eje de su liderazgo global, huyendo totalmente de la trampa de Tucídedes. 

Todo ello incidiría directamente en el orden liberal internacional, cuyo uno de sus actores principales y adalid es la Unión Europea. Esta potencia normativa podría llegar a ver quebrado algunos principios por los que se rige como la propia democracia. 

Por todo ello, los elementos de análisis que se han utilizado para realizar esta investigación han sido el 1) posible enfrentamiento entre orden liberal y sinocéntrico; y la 2) importancia geopolítica de África. Siendo el punto de partida de la investigación el año 2015, cuando se dio paso al XIII Plan Quinquenal chino, que iría de los años 2016 a 2020 y sería decisivo tanto para la conformación de la identidad china actual, como para crear las bases de la transición hegemónica. 

China, África y la Unión Europea

El punto de partida de las relaciones de la República Popular China con los países africanos suele situarse en la Conferencia de Bandung de 1955, en la que líderes de países asiáticos y africanos se reunieron para desarrollar una cooperación afroasiática en oposición al colonialismo occidental y de la Unión Soviética. China, se convertiría en el contrapeso de las dos superpotencias de la época: EEUU y la URSS; y las relaciones entre los países africanos y el gigante asiático evolucionarían y se intensificarían hasta hoy día. En la actualidad, las relaciones sino-africanas han encontrado su máxima expresión en el foro de cooperación China-África o FOCAC, que tuvo su primera celebración en el año 2000 y que se realiza desde entonces cada 3 años. China es uno de los principales socios comerciales, o incluso el principal, de países como Kenia. Esta y otros países se podrían acabar incorporando, si no lo han hecho ya, a las cadenas de valor globales de la mano de China; que, al cambiar su modelo de consumo en los últimos años, está exportando parte de su proceso industrial a África. 

Asimismo, el gigante asiático también está construyendo infraestructuras, entre las que destacan las que posibilitan el acceso a Internet, en sintonía con el Made in China 2025. Y es que, los objetivos del MIC, en términos generales son: 1) el ascenso de la industria manufacturera china en la jerarquía tecnológica de las cadenas de valor, 2)la transformación de China en potencia tecnológica y 3)la reestructuración del sector industrial. El MIC25 apunta a sectores estratégicos capaces de alinear los intereses públicos y privados con los nacionales; y lo hace prestando especial atención a tecnologías como el 5G o el Blockchain

Todo ello ha causado recelo en países como EEUU, como se dejó ver con la guerra comercial, que incidía directamente en el sector tecnológico. Por eso, Xi Jinping ha buscado mantener la estrategia con un perfil bajo que no modifique la práctica occidental. Esto, lo podría hacer, si atendemos al Sistema Tianxía, para intentar evitar la confrontación directa con EEUU. 

No obstante, como afirmábamos con la tercera hipótesis y adelantábamos en los preliminares, parece que en la UE sí que se quiere incidir. China y la Unión han estrechado vínculos económicos y financieros en los últimos años que han deparado en la dependencia y en que sean socios estratégicos sumamente importantes entre sí. Por su parte, la relevancia de la UE como actor global recae en la promoción del multilateralismo y en los valores políticos sobre los que se sustenta. Sin embargo, la tecnología, según el European Political Strategy Centre, entre otras fuentes, ha cambiado las reglas del juego y amenaza las prácticas tradicionales. Por eso, la UE deberá impulsar su industria en I+D si no quiere alejarse totalmente de la 4RI y que peligre su propia esencia. Por eso, como respuesta a la presencia de China en África, la Unión ha presentado hace pocos meses la Comunicación Conjunta “Hacia una estrategia global con África”, donde la transformación digital ocupa el segundo lugar en la lista de prioridades. En esta línea, el 30 de junio de 2020 el propio consejo de la Unión concluyó que dicha estrategia constituye una excelente base para emprender una nueva y ambiciosa asociación con África. 

*Este informe es el Trabajo de Fin de Grado realizado por Mar para concluir el Grado en Relaciones Internacionales en la Universidad Loyola.

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