Sí, la guerra en Ucrania afecta el precio de los combustibles en España, y, en general, a nivel global. Y no, no es la única causante del aumento de precios.
A día de hoy, 17 de junio de 2022, el Gasóleo A ha llegado a 2.084 €/L, la Sin Plomo 95 a 2.15 €/L y la 98 a 2.31 €/L. Esto repercute en el transporte de mercancías, y por tanto en el precio de la misma a los distribuidores y grandes almacenes, y así hasta el cliente final.
Por tanto, estamos ante una situación que afecta a la economía española, a nuestros negocios y empresas, y a nuestra vida, en general. Por eso, en este artículo vamos a analizar si es cierto que la subida de precios se debe a la guerra en Ucrania y cómo nos afecta a los españoles, que estamos viendo cómo nuestra economía empeora cada día.
Primero, será necesario ponerse en contexto respecto de cómo la guerra ha cambiado el sector de los combustibles y cómo se encontraba previamente este. Después, veremos el por qué del precio del combustible en España.
Factores que han incidido en la subida de precios de los combustibles
Si sólo nos fijamos en el precio del barril de petróleo, la subida de los combustibles no tiene sentido. El barril Brent no está en máximos, sino en 120 €, por debajo de los 150 € a los que llegó en 2008. Sin embargo, sí que ahora cuesta 6 veces más que durante la pandemia, cuando durante varios meses estuvo a 20€.
No obstante, este no es el único factor. Veámoslo:
Inflación en Europa
Desde el fin de las medidas más restrictivas de la pandemia, en Europa venimos arrastrando una incipiente inflación que ya en algunos sectores supone un 30% de subida de precios. Ahora mismo, es el mayor reto al que se enfrentan los países europeos a nivel económico.
En el caso de los combustibles, la subida se debe, a nivel general, a varios factores. A parte de la inflación sistémica de los últimos meses, se le añade una mayor demanda debido a la re activación económica casi total tras la pandemia.
Reactivación económica: más demanda que oferta
Durante la etapa más complicada de la pandemia y ante la bajada de demanda (debido a los múltiples confinamientos) los países productores de petróleo redujeron los niveles de producción. Sumado a esto, se marcaron mínimos en los precios de los combustibles.
El problema comenzó a gestarse cuando la recuperación económica se aceleró por encima de la capacidad de aumentar la producción de petróleo, teniendo como consecuencia: mucha más demanda que oferta, sobrecargando los precios para el consumidor final.
Guerra en Ucrania
A esto se le añadió el estallido de la Guerra de Ucrania en la última semana de febrero.
La Guerra de Ucrania azotó dramáticamente el sector de los combustibles, sobre todo para los consumidores, que comprobaron cómo en los primeros días de conflictos se triplicó el ritmo de subida del precio de la gasolina y el gasoil. La Guerra tuvo esa primera consecuencia económica global, la gran subida de los combustibles.
Pero, ¿por qué?
Muy relacionado al precio de los combustibles y a la guerra, está el gas natural. El gas natural es esencial como fuente de energía de las refinerías de petróleo, además, en su versión licuada es un gran combustible para el transporte marítimo.
Y tras el inicio de la Guerra el precio del gas no ha hecho más que aumentar, por lo que de manera indirecta está encareciendo el combustible, ya que este último para su refinación y transporte necesita del gas.
Efectos de la guerra en Ucrania en el mercado de los combustibles españoles
En España, la Guerra entre Ucrania y Rusia ha afectado al mercado de los combustibles de la siguiente manera:
Búsqueda de nuevos suministradores de crudo
Aunque el petróleo ruso supone un 5% de la producción total mundial, en Europa (aunque no en España) hay países dependientes de él. El tener que buscar nuevos suministradores de crudo produce en el mercado un aumento de la demanda, encareciendo el importe del combustible.
Importación de gas y petróleo
España es plena importadora de gas y petróleo. Por lo que, aunque no importe de Rusia, cualquier alteración en el mercado le afecta drásticamente; ya que no tiene ninguna capacidad de reacción.
Por su parte, el gas lleva meses subiendo; pero desde el inicio de la guerra ha aumentado hasta alcanzar un 260% sobre el precio al que se encontraba en el inicio del conflicto. Al ser el gas necesario para el proceso de refinado del crudo, si sube de precio, a las empresas del sector combustible les sale más caro el refinar el petróleo, viéndose esto reflejado en el precio final del combustible.
Encarecimiento de los transportes
Aunque esta tendencia venía marcándose durante 2021, tras la guerra, a nivel general, todos los transportes se han encarecido. Esto es por el encarecimiento de los combustibles que impulsan esos transportes (gas y petróleo).
Aquí nos encontramos con la “pescadilla que se muerde la cola”, donde el petróleo y gas se encarecen debido a que cuesta más transportarlos, ya que los combustibles (que son gas y petróleo mayoritariamente) se están encareciendo. La Guerra ahondó aún más este problema.
Sanciones de EEUU y Europa
Las sanciones y acciones de EEUU y Europa han creado fuertes inestabilidades en los mercados de combustibles de los distintos estados europeos. Esas inestabilidades se ven en los precios finales para los consumidores de combustibles.
Por ejemplo, cuando se anunció que se iban a bloquear las importaciones energéticas rusas, el mercado se resintió experimentando una gran subida de precios importante (el barril Brent subió a los 140 $).
Conclusión: La guerra en Ucrania afecta el precio de los combustibles en España
En conclusión, podemos afirmar que los combustibles vienen sufriendo subidas de precios en nuestro país debido a la falta de capacidad de producción nacional, lo que nos hace ser puramente importadores.
A esto se le suma que la tendencia desde 2021 es de encarecimiento de los combustibles, sus derivados y su transporte.
La Guerra, sin duda, ha afectado y recrudecido las consecuencias en los consumidores finales, pero no ha sido la única causa. Por lo cuál, concluimos en que la Guerra ha acelerado la tendencia creciente de la subida de precio de los hidrocarburos.
Internacionalista formado en la Universidad Complutense de Madrid con amplio interés en los asuntos climáticos internacionales, las micronaciones y la región latinoamericana. Magister en Comercio Internacional.